Una gestión basada en la empatía y el diálogo culminó con éxito en Curanilahue, donde mediante un acuerdo notarial, la Alcaldesa Alejandra Burgos consiguió la voluntaria salida de todas las familias que ocuparon el sitio destinado a la construcción del Cesfam.
Dejando de lado la demanda entablada por la administración anterior, la autoridad logró convencer a los residentes de la toma, a que dejen libre el sector en forma pacífica, acordando apoyarlos en la futura entrega de soluciones habitacionales. De esta forma se extinguen las acciones judiciales que representaban una carga más para los habitantes del lugar.
Con emoción y tras muchas reuniones de diálogo, propuestas y sugerencias coordinadas por la Oficina de Campamentos, las 10 familias firmaron el esperado acuerdo, abrigando con fuerza la esperanza de estar, ahora sí, más cerca que nunca de cumplir su sueño de vivir en una casa digna, propia y segura. Los habitantes de esta toma, pasaron muchos meses viviendo sin servicios básicos, levantando con esfuerzo propio sus viviendas, pasando necesidades para poder evitar hacinamiento, pago de excesivos arriendos o buscando la independencia necesaria para cada familia. Durante meses construyeron viviendas abrigando una esperanza que gracias a este acuerdo está al alcance de sus manos: tener un lugar donde concretar los sueños de sus hijos, un nuevo hogar.
Con la firma de este documento notarial se despeja el camino para las obras del futuro Centro de Salud Familiar, el que no ha presentado retrasos en la ejecución, ya que los trabajos recién comenzarán durante el segundo semestre de este año.
La preocupación de la comunidad estaba basada en la toma del terreno donde ya se habían realizado los estudios, planos y proyecto de ingeniería para un recinto de salud primaria destinado a atender 18.000 usuarios. El diseño y compra de terreno representó una inversión de 132 millones de pesos.