Una multitudinaria despedida tuvo el talentoso folclorista curanilahuino, Eduardo «Lalo» Pinto Rodríguez, cuyo talento como director, compositor y productor brilló en escenarios locales, nacionales e internacionales.
En el patio del Liceo Mariano Latorre, en el cual realizó clases por más de 20 años se dio el último adiós al profesor y folclorista Eduardo Pinto, lugar donde llegaron decenas de personas para despedirse de este ilustre artista que dedicó su vida a la música tradicional chilena y latinoamericana. Sus familiares, amistades, estudiantes, colegas y representantes del mundo de la cultura y las artes se reunieron para asistir a un servicio religioso con el propósito de rendir un póstumo homenaje a Lalo Pinto, nombre con el que era reconocido popularmente.
En la liturgia se recordó y conmemoró su vida personal y trayectoria, siempre ligada a sus dos grandes amores: el folclore y su familia, quienes dieron testimonios de las acciones y la bondad del profesor, además, como acto simbólico se reconoció la guitarra, vestimenta, biblia en honor a la trayectoria del cultor folclórico, finalmente se otorgó un retrato a lápiz por la Municipalidad de Curanilahue.
La alcaldesa Alejandra Burgos Bizama comentó: “Un momento muy duro y triste para la comuna de Curanilahue, esto es una pérdida irreparable, estamos acompañando a la familia en este terrible momento. La comunidad ha demostrado el cariño y agradecimiento del legado y obra que dejó este gran artista, que no tan solo se destacó en Curanilahue, sino que también a nivel nacional. El profesor Eduardo Pinto dejó un legado gigante con niños, niñas y jóvenes en el ámbito de las culturas y las artes que el mismo creó en nuestra comuna”.
Luego de la ceremonia, su cuerpo fue trasladado hasta el cementerio municipal, recibiendo muestras de cariño y afecto durante el trayecto por parte de las y los vecinos, el aplauso merecido que supo ganarse con su trabajo, dedicación y su talento inigualable. Su corazón dejó de latir cuando tenía 50 años, pero su recuerdo vivirá por siempre en el alma de los curanilahuinos y curanilahuinas.